En abril del año pasado se celebró en Niza (Francia) el 21º Congreso Europeo de Psiquiatría. Uno de los temas más importantes del evento fue el relacionado con el funcionamiento psicosocial de los pacientes afectados por el trastorno bipolar.
Según la Organización Mundial de la Salud el trastorno bipolar es una de las diez principales causas de discapacidad en el mundo.
La presencia del trastorno bipolar impacta en diferentes aspectos de la vida, tal como se detalla a continuación:
• El sostenimiento de una actividad laboral: 44.6%.
• El disfrute de las actividades placenteras: 41%.
• Las relaciones familiares: 43.5%.
• Las relaciones con amigos: 36.7%.
• La expresión de las opiniones propias: 36.2%.
• Sentirse ridiculizado: 39%.
• Sentirse estigmatizado: 54.6%.
Aunque en la actualidad se dispone de tratamientos psicofarmacológicos eficaces, éstos actúan principalmente sobre la mejoría de la sintomatología afectiva; mientras que la recuperación funcional del paciente requiere otro tipo de intervención.
La psicoeducación es una de las herramientas disponibles para la prevención de recaídas y la mejoría funcional en pacientes con trastorno bipolar.
La psicoeducación no sólo es parte del tratamiento sino que también implica la inclusión del paciente en el proceso de toma de decisiones.
La psicoeducación trabaja sobre una serie de cuestiones, entre las que es posible mencionar:
• El mejoramiento de la adherencia al tratamiento.
• La preparación para una identificación temprana de los síntomas de la enfermedad.
• La toma de conciencia de la enfermedad.
• La evitación del consumo de sustancias.
• La regularización de los hábitos y estilos de vida.
Tal como se mencionó anteriormente, la psicoeducación es una de las herramientas disponibles para la prevención de recaídas y la mejoría funcional en pacientes con trastorno bipolar.
La psicoeducación, la terapia familiar focalizada y la terapia cognitiva son herramientas efectivas para prevenir recaídas y recurrencias en pacientes con trastorno bipolar en tratamiento farmacológico.
En el estudio llevado a cabo por Colom, et al. se incluyeron 120 pacientes ambulatorios con trastorno bipolar tipos I y II en remisión (Escala de Manía de Young [YMRS] menor que 6, Escala de Depresión de Hamilton-17 menor que 8) durante un período de, al menos 6 meses antes de la inclusión en el estudio.
Los pacientes fueron aleatoriamente asignados a recibir en adición al tratamiento psiquiátrico estándar: i) 21 sesiones de psicoeducación grupal; ii) 21 sesiones de encuentros grupales no estructurados.
Los pacientes participantes fueron evaluados con frecuencia mensuales durante 21 semanas de tratamiento, y con 2 años de seguimiento.
Los resultados de este trabajo mostraron que las intervenciones de psicoeducación grupal disminuyeron de manera significativa la cantidad de recaídas en pacientes con trastorno bipolar y la cantidad de recurrencias por paciente, aumentando el tiempo hasta la aparición de recurrencias depresivas, maníacas, hipomaníacas o mixtas.
En el grupo de pacientes que recibieron psicoeducación también se redujo la cantidad y duración de las internaciones.
Con el objetivo de estudiar la eficacia a largo plazo de las intervenciones psico educativas en la prevención de recurrencias Colom, et al. condujeron otro estudio aleatorizado y controlado en pacientes con trastorno bipolar.
Se incluyeron los 120 pacientes participantes en el estudio anteriormente presentado, de los cuales 99 completaron el período adicional de 3 años de seguimiento.
Los resultados mostraron que al cabo de 5 años el tiempo hasta la aparición de alguna recurrencia afectiva fue mayor en el grupo que recibió psicoeducación (p menor que 0.002), siendo también menor la cantidad de recurrencias afectivas de cualquier tipo y el tiempo que los pacientes transcurrieron enfermos. También disminuyó la cantidad de internaciones en el grupo que recibió psicoeducación.
Es sabido que entre el 40% y el 80% de los pacientes con trastorno bipolar sufren deterioro cognitivo no sólo durante los episodios agudos sino también durante los períodos de eutimia. Estas tasas son similares a las reportadas para deterioro funcional en este grupo de pacientes. De hecho, se estima que sólo un tercio de los pacientes con trastorno bipolar alcanza una recuperación social y funcional plena, con retorno a sus niveles de funcionamiento pre mórbido.
Se presume que los deficits cognitivos, junto con la interacción de factores socio demográficos, contribuyen al deterioro funcional de los pacientes con trastorno bipolar.
En los últimos años, la recuperación funcional ha sido uno de los objetivos centrales del tratamiento de los pacientes con trastorno bipolar, no sólo por sus consecuencias clínicas sino también por su impacto económico y social.
Por eso se han estudiado distintas estrategias de intervención con el objetivo de mejorar el desempeño cognitivo de los pacientes con trastorno bipolar y, con eso, su funcionamiento en la vida diaria.
Torrent, et al. llevaron a cabo un estudio con el objetivo de evaluar la eficacia de una nueva intervención neurocognitiva denominada remediación funcional, específicamente desarrollada para pacientes con trastorno bipolar.
La remediación neurocognitiva involucra técnicas neurocognitivas, entrenamiento, psicoeducación en cuestiones relacionadas con la cognición y estrategias de resolución de problemas.
El estudio en múltiples centros, aleatorizado, incluyó 3 ramas con el objetivo de evaluar la eficacia de la remediación funcional como tratamiento coadyuvante (n es igual a 77), en comparación con psicoeducación (n es igual a 82) y con el tratamiento habitual (n es igual a 80) en pacientes con trastorno bipolar.
Los pacientes fueron aleatoriamente asignados a recibir las distintas intervenciones con un esquema 1:1:1 durante 21 semanas.
A la finalización del estudio los resultados obtenidos mostraron una mejoría funcional significativa, siendo esta diferencia más importante para el grupo que recibió remediación funcional. En el cuadro 4 se muestran los resultados por dominio según el Test Breve de Evaluación Funcional para los diferentes grupos de tratamiento.
En síntesis, el trastorno bipolar es un cuadro crónico, severo, con altas tasas de recaídas y un marcado costo psicosocial.
Si bien el tratamiento psicofarmacológico es esencial, muchas veces no es suficiente para la mayoría de los pacientes, siendo necesaria la inclusión de otras estrategias terapéuticas complementarias.
La psicoeducación es una de las herramientas utilizadas con éxito en el abordaje del trastorno bipolar que ha mostrado utilidad en la prevención de recaídas con estudios de seguimiento de hasta 5 años, incluso en pacientes con muy buena adherencia al tratamiento.
Además de la psicoeducación, en la actualidad se están evaluando otras intervenciones complementarias a fin de alcanzar la recuperación funcional plena en pacientes con trastorno bipolar.
Bibliografía
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