En el Congreso organizado por la Sociedad Respiratoria Europea (ERS) y realizado en la ciudad de Amsterdam, Holanda, se destacó la conferencia sobre el Asma mediado por IgE: Nuevas revelaciones y una mirada hacia el futuro.
El asma alérgico severo es una condición crónica que cuando no está controlada tiene un serio impacto en la calidad de vida, en la morbilidad, en la mortalidad y en los costos en salud.
Aproximadamente hay 300 millones de asmáticos en todo el mundo (1), de los cuales el 40% es de moderado a severo (2).
A pesar de que los pacientes severos solo representan del 5% al 10% del total de asmáticos consumen más del 50% del total de los costos de salud en el asma (1).
El fenotipo alérgico es el más frecuente en el asma severo. En estudios iniciales se calculaba en el 50%, pero en trabajos posteriores se vio que la proporción del asma alérgico llegaba al 90% (3,4).
La inmunoglobulina E (IgE) es central en la fisiopatogenia del asma; actúa a múltiples niveles uniéndose a los receptores de alta afinidad de la IgE (FceRI) en diversas células que participan de la respuesta alérgica.
Omalizumab se une a la IgE libre circulante conduciendo a efectos directos e indirectos a lo largo de toda la cascada inmunológica llevando en última instancia a la disminución de los efectos clínicos tempranos y tardíos (5).
Los efectos significativos de la terapia anti-IgE ya se evidenciaron desde los primeros estudios en 1997 (6).
En las biopsias de asmáticos con inmunomarcación puede verse abundante presencia de IgE unida a las células y de receptores de alta afinidad.
El principal factor de sobreexpresión del FceRI es el estímulo alergénico (7). Se ha visto una significativa mayor expresión de FceRI en biopsias de asmáticos con asma fatal, comparado con pacientes con asma leve intermitente o con muertes por otros motivos no respiratorios.(8)
El tratamiento con omalizumab disminuye en forma significativa la presencia de IgE y de FceRI en las biopsias evaluadas con inmunomarcación. Otro rol muy importante que cumple la IgE —que es bloqueado por omalizumab— es el de facilitar la presentación antigénica a las células B por parte de las células dendríticas aumentando el proceso de coestimulación y de esa manera incrementando significativamente todo el proceso alérgico (9).
La respuesta a las infecciones virales y su efecto favorecedor para exacerbar el asma también está en estrecha relación con la IgE y los FceRI, motivo por el cual el tratamiento con anti-IgE también beneficia ese aspecto (10).
En conclusión, en el asma severo el fenotipo más común es el alérgico, en el cual la IgE juega un rol central en la fisiopatogenia y en la producción de síntomas, siendo efectivamente disminuidos por la terapia anti-IgE.
Referencias
1 GINA. 2015. Disponible en http://www.ginasthma.org
2 Braman SS. Chest 2006;130:4S-12S.
3 The ENFUMOSA Study Group. Eur Respir J. 2003;22:470-7.
4 Haselkorn T, et al. J Asthma 2006;43:745-52.
5 Holgate S, et al. J Allergy Clin Immunol. 2005;115:459-65.
6 Fahy JV, et al. Am J Respir Crit Care Med. 1997;155:1828-34.
7 Rajakulasingam K, et al. Am J Respir Crit Care Med. 1998;158:233-40.
8 Fregonese L, et al. Am J Respir Crit Care Med. 2004;169:A297
9 Geha R et al. Nat Rev Immunol. 2003;3:721-32.
10 Holt PG, ShyPD. Chest 2011;139:1165-71.