La American Heart Association celebró sus sesiones científicas 2011 en Orlando. En el tradicional evento se dieron a conocer estudios clínicos de aquel entonces en fármacos para el tratamiento de arritmias cardiacas como fibrilación auricular (FA).
Warfarina tiene una estrecha ventana terapéutica. El tiempo en rango terapéutico con warfarina está influenciado por múltiples factores y, por lo tanto, el control del RIN es fundamental para la seguridad y la eficacia de este fármaco. La alta tasa de efectos adversos de warfarina es la causa de su subutilización.
En el estudio ACTIVE W, que comparó la eficacia de warfarina vs. tratamiento antiplaquetario dual (aspirina + clopidogrel) se observó que el tiempo en rango terapéutico mínimo necesario para obtener beneficio con warfarina fue mayor o igual a 65% del tiempo en tratamiento anticoagulante.
El anticoagulante ideal:
• Es el que pueda mostrar un rápido inicio de acción, ya que esto representa un beneficio en términos de la no–necesidad de superponer con heparina el tratamiento del anticoagulante.
• Debe tener una amplia ventana terapéutica, lo que incrementará su seguridad con mínimos efectos adversos, lo que mejorará la adherencia al tratamiento y la menor necesidad de monitoreo.
• Debe ser de administración oral, con respuesta predecible, lo que permitirá el uso de dosis fijas y tratamiento sin monitoreo.
• No debe tener interacción medicamentosa ni con alimentos.
• Debe contar con la disponibilidad de un antídoto, lo que permitirá la reversión del efecto ante un episodio de sangrado o cirugía urgente.
• El bajo costo mejorará su accesibilidad. Las nuevas drogas anticoagulantes no tienen pruebas validadas de la evaluación de su actividad anticoagulante. Todavía no se ha establecido su rango terapéutico y no poseen antídotos.
La evaluación de la adherencia al tratamiento es más dificultosa, comparados con warfarina. Todavía son desconocidos sus potenciales efectos adversos a largo plazo.
Aún no se dispone de ensayos clínicos “cabeza a cabeza” entre las diferentes nuevas drogas.
Con estas nuevas drogas no es necesario el monitoreo rutinario debido a su buen comportamiento fármacocinético. Sin embargo, hay situaciones claras en las cuales será necesario determinar el nivel de anticoagulación, tales como, eventos, sangrados, adherencia, etc.
La vitamina K y la protamina son pobres agentes rever- sores de la anticoagulación. Sin embargo, clínicamente es importante disponer de los mismos.
La rápida cesación de la acción de las nuevas drogas hace que el tema de la reversión sea menos importante, pero igual se debe desarrollar algún tipo de antídoto, como, por ejemplo: anticuerpos.
Los datos recientes sobre la administración de concentrados de complejos de protrombina en voluntarios sanos son interesantes pero preliminares.