En el XXXVII Congreso Mexicano de Reumatología, llevado a cabo en León, Guanajuato, México, en febrero del 2009, el Dr. Manuel Robles San Román jefe del Servicio de Reumatología en el Instituto de Seguridad Social del Estado de México expuso sobre el manejo de la artritis reumatoide temprana, enfatizando en que la piedra angular del manejo de la artritis reumatoide es el diagnóstico temprano y el inicio de un tratamiento agresivo para evitar el daño articular.
En el manejo de la artritis reumatoide temprana existen algunos aspectos que se deben tener en cuenta. En primer lugar, los médicos deben detectar lo más pronto posible la patología y dar un tratamiento oportuno. El principal obstáculo es la ausencia de una referencia adecuada por parte de los médicos. Por otro lado, muchas veces los pacientes se autolimitan.
La artritis reumatoide es una de las causas más importantes de inestabilidad articular en el mundo. Por lo tanto, se debe actuar antes de que se produzca el daño y pueda ser reversible; para esto se debe aprovechar la “ventana de oportunidad”.
Es sabido que en la artritis reumatoide ocurren múltiples procesos inmunológicos durante el transcurso de varios años sin que se manifiesten clínicamente, por ejemplo el factor reumatoide, péptido citrulinado y proteína C reactiva. Estos procesos suceden en un ambiente genético que predispone al paciente a desarrollar la enfermedad.
Actualmente se cuenta con técnicas modernas como ultrasonido y resonancia nuclear magnética que muestran sinovitis (inflamación de la membrana sinovial) en los pacientes con artritis temprana a pesar de tener una clínica normal. Se sabe que es un error utilizar los criterios de la clasificación ACR (American College of Rheumatology) de 1987, pues muchas veces la evolución de la artritis reumatoide es inesperada. Lo más importante es saber que es un proceso inflamatorio y que es posible predecir su persistencia.
El curso de la enfermedad puede modificarse en hasta un 50% con un tratamiento adecuado. En un inicio es difícil distinguir si se trata de una artropatía viral, espondiloartropatía temprana u otra artropatía autolimitante. Existen modelos que permiten predecir si la enfermedad es persistente, como por ejemplo se puede evaluar la duración de los síntomas hasta la primera visita, el grado de rigidez matinal, el número de articulaciones con artritis, la existencia de dolor bilateral en articulaciones metatarsofalángicas a la compresión, etc.
En resumen, la piedra angular del manejo de la artritis reumatoide es el diagnóstico temprano y el inicio de un tratamiento agresivo para evitar el daño articular.