El objetivo más importante del tratamiento en la mayoría de los pacientes con cáncer colorrectal metastásico (CCRm) es la sobrevida global y bevacizumab es la única terapia biológica que la aumenta en este tipo de pacientes, tanto en el tratamiento de primera línea por su eficacia en el control del crecimiento tumoral desde el inicio, como en el de segunda línea.
El ensayo clínico ML18147 presentado en el Congreso de la American Society of Clinical Oncology (ASCO 2012), confirmó que continuar la terapia con bevacizumab más allá del primer evento de progresión junto con la modificación de la quimioterapia, permite una mejoría significativa de la supervivencia a largo plazo.
La angiogénesis es un proceso fundamental para el desarrollo del tumor en el CCRm y el VEGF-A es el factor clave que dirige la angiogénesis y el desarrollo del tumor. La inhibición de la angiogénesis mediante bevacizumab como terapia de primera línea hasta la progresión y como terapia de segunda línea, puede mejorar la evolución de los pacientes con CCRm.
Otro punto importante es que los pacientes con CCRm no resecable requieren un control efectivo de la enfermedad durante largo tiempo para prolongar la supervivencia y mantener la calidad de vida. El mantenimiento del tratamiento con bevacizumab como primera y segunda línea de tratamiento puede ser una estrategia efectiva para maximizar la sobrevida global a largo plazo en pacientes seleccionados, mientras que las demás opciones terapéuticas se podrían reservar para otras etapas.