En las 76° Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes, que se realizaron en New Orleans, Luisiana Estados Unidos en junio de 2016, se presentaron varias charlas que presentaron diferentes opciones de tratamiento, secuencias y combinaciones para el manejo óptimo de la diabetes mellitus tipo 2.
Una de ellas estuvo a cargo del doctor Pablo Mora Profesor de Endocrinología en la Universidad de Texas Southwestern Medical Center en Dallas quien brindó detalles sobre los efectos que produce el inicio con un agonista del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) después de la metformina. Un metaanálisis reciente de riesgo cardiovascular de estudios a corto plazo en individuos con bajo riesgo, demostró el no incremento del riesgo de complicaciones cardíacas graves (MACE), infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular, mortalidad por toda causa o muerte cardiovascular vs. los comparadores.
Un agonista del receptor de GLP-1 se podría agregar a la insulina basal para mejorar el control prandial o la insulina se podría agregar a un régimen que incluya un agonista del receptor de GLP-1. Exenatida dos veces al día, liraglutida y albiglutida están aprobadas para el uso con insulina basal. Dulaglutida está aprobada para el uso con insulina prandial. Los agonistas del receptor de GLP-1 NO se deben usar con inhibidores de la DPP-4.
En conclusión, el fundamento para su uso radica en que metformina es la mejor opción de tratamiento de primera línea de la diabetes mellitus tipo 2 y que el objetivo del tratamiento con un agonista del receptor de GLP-1 es el “triple resultado” en la diabetes mellitus tipo 2 y respalda su estado de “recomendado”.
Con respecto a las diferencias individuales entre los agentes: la farmacodinámica, respalda el concepto de agentes una vez al día y una vez por semana, y la glucosa plasmática en ayunas versus la glucosa posprandial sigue siendo un interrogante clínico sin responder; cumplimiento/adherencia/persistencia de los pacientes, las preferencias de los pacientes (especialmente dispositivos de administración) tienen un papel importante en la decisión sobre la elección del agente y otros factores incluyen el perfil de náuseas y la seguridad en la enfermedad renal crónica. En cuanto a los efectos no glucémicos, los agonistas del receptor de GLP-1 promueven cambios positivos del perfil de riesgo cardiovascular y se encuentran varios resultados en curso.