En el 51st Annual Meeting of American Society Of Clinical Oncology (ASCO 2015), realizado en Chicago, Illinois, Estados Unidos en junio de 2015, se presentaron los resultados del estudio ABC5G.
Se sabe que el tratamiento endocrino adyuvante provoca problemas óseos, especialmente los inhibidores de la aromatasa que hoy día son el estándar de cuidado en mujeres posmenopáusicas con cáncer de mama con receptores hormonales positivos, lo que se traduce en osteopenia, osteoporosis y fracturas inducidas por el tratamiento.
Por lo tanto se inicia tratamiento antirresorción como los bifosfonatos para evitar/contrarrestar los efectos secundarios. Sin embargo las guías actuales recomiendan el uso de tratamientos antirresorción para los pacientes con cáncer de mama solamente con riesgo alto de fracturas.
El objetivo de este estudio fue investigar el efecto del tratamiento adyuvante con denosumab 60 mg/cada 6 meses en pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama que reciben inhibidores de la aromatasa con respecto a la salud ósea, principalmente fracturas clínicas, pero también densidad mineral ósea y fracturas vertebrales tanto clínicas como morfométricas.
El tratamiento adyuvante con denosumab disminuyó significativamente las nuevas fracturas clínicas, mejoró la densidad mineral ósea en columna, cadera total y cuello femoral. Además redujo las fracturas vertebrales nuevas y el empeoramiento de las preexistentes. Denosumab adyuvante se debe considerar para las pacientes posmenopáusicas con cáncer de mama bajo tratamiento adyuvante con inhibidores de la aromatasa.