La European League Against Rheumatism celebró en junio el Congreso EULAR 2012. En una de las presentaciones del evento realizado en Berlín (Alemania) se revisaron los mecanismos fisiopatológicos en el proceso inflamatorio de la osteoartrosis.
El hecho de que la inflamación desempeña un papel muy importante en la OA se ha demostrado a través de estudios histológicos e inmunológicos. En los tejidos articulares de humanos con OA y sinovitis crónica, se ha observado un gran porcentaje de celularidad con varias capas de infiltrado mononuclear, linfocitos T con actividad cooperadora y citotóxica, fibrosis y angiogénesis. El estudio inmunológico del infiltrado inflamatorio ha evidenciado la presencia del factor VIII de la coagulación, citocinas como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), factor de necrosis tumoral (TNF alfa) e interleucina 1 (IL-1 beta); moléculas de adhesión como ICAM-1, las enzimas COX -1 y COX-2, así como el factor nuclear K beta1 (FN K beta 1).
También, varios estudios clínicos sugieren una asociación entre la inflamación y la progresión de la OA, un ejemplo de esto se muestra en el ensayo publicado en 2008 por Pelletier JP donde se demuestra que la sinovitis es un factor de riesgo significativo para la progresión de la enfermedad en los pacientes con OA de rodilla. Otro estudio demostró una correlación entre la severidad de la sinovitis en la línea basal y los cambios en los parámetros clínicos y de RM en los 60 días posteriores. Varios marcadores de inflamación también han mostrado una correlación entre la severidad de la inflamación y su progresión. Entre estos marcadores se encuentran la proteína C reactiva (PCR), el hialuronato (HA), la proteína de matriz oligomérica de cartílago (COMP) y la interleucina 6 (IL-6).
Entre los factores inflamatorios involucrados en la patogenia de la OA se destaca el TNF, IL-1 beta e IL-6, quienes se encuentran elevados en la membrana y el fluido sinovial. También hay otros factores que participan como IL-15, IL-17, IL-18 e IL-21. El TNF e IL-1 tiene efectos similares sobre el tejido: suprimen la síntesis de proteoglicano, proteínas de enlace y colagenasa tipo II en los condrocitos; estimulan la liberación de MMP-1, MMP-3 y MMP-1.2; induce la producción de IL-6 y quimiocinas como la IL-8 MCP-1 y CCL-5 (RANTES).
En un estudio realizado por Saha N en 1999 (1), por primera vez se presentó la relación existente entre el nivel de la enzima convertidora de IL-1 beta (ICE) y la inflamación en el cartílago de pacientes con OA. La estimulación de la vía de señalización para la síntesis IL-1 en los condorcitos determina la síntesis de un precursor de IL-1 beta sobre el que actúa la ICE dando lugar a la IL-1 beta activa, de esta forma la ICE puede promover la progresión de la OA por activación de la citocina pro inflamatoria IL-1 beta. Los individuos normales tienen ICE sólo en unas pocas células, mientras que en los pacientes con osteoartrosis la ICE se observa en un gran número de condorcitos.
La IL-1 beta también estimula la síntesis de la prostaglandina E 2 (PGE2) y esta a su vez estimula la producción de COX-2. Esta citocina tiene un efecto sinérgico con otras citocinas pro inflamatoria como el TNF alfa el cual también se incrementa en el proceso inflamatorio. Finalmentese establece un desbalance entre los factores antinflamatorios (IL-10, IL-4, IL-13, receptor soluble de TNF y receptor soluble de IL-1) y los factores proinflamatorios (TNF alfa, IL-1, IL-18, IL-17, IL-6/ LIF, IFNy e IL-18) a favor de estos últimos.
Otra estructura que participa en la patogenia de la OA es el tejido óseo subcondrial donde los osteoblastos tienen una masa reducida de hueso subcondral e inducen un alto grado de diferenciación de los osteoclastos, y sugieren que el estado metabólico de los osteoblastos favorece la reabsorción ósea. De esta forma en la OA temprana se observa reabsorción ósea y en las etapas tardías esclerosis. La determinación de citocinas en el tejido óseo subcondral muestra aumento del nivel de IL-1, IL-6 y PGE2, los niveles más bajos se asocian con absorción y los más altos con esclerosis.
Otro factor adicional involucrado en la patogenia de la OA es la relación osteoprotegerin/ligando del receptor activador del FN K beta (OPG/ RANKL), el cual es considerado como una clave reguladora del metabolismo óseo. Así, una producción excesiva de RANKL y/o deficiencia o disminución del nivel de OPG puede contribuir al incremento de la reabsorción ósea.
Conclusiones
• Las citocinas pro inflamatorias como IL-1, TNF-alfa e IL-6 se encuentran elevadas en la OA y desempeñan un papel importante en su patogenia.
• Las citocinas participantes en la patogenia de la OA inhiben los mecanismos anabólicos y estimulan los catabólicos
• La activación de la vía inflamatoria en la OA tiene un papel fundamental en la progresión de la enfermedad.
Referencias