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Congreso ICS – Mejoría en la calidad de vida desde la perspectiva de los pacientes con vejiga hiperactiva
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Congreso ICS – Mejoría en la calidad de vida desde la perspectiva de los pacientes con vejiga hiperactiva

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27 Junio

ics 2013

La Sociedad Internacional de Continencia celebró en Barcelona (España) su último congreso anual. En ICS 2013 se expuso sobre la mejoría en la calidad de vida de los pacientes que son tratados con la toxina butolínica.

En 1978 la Organización Mundial de la Salud definió que el concepto de salud no se agota meramente con la ausencia de enfermedad sino que incluye el completo bienestar físico, mental y social.

La idea de calidad de vida, tal como lo describió Coulter en 1993, se construye mediante una combinación de evaluaciones realizadas por los pacientes acerca de su salud, incluyendo las funciones física y social, los estados emocional o mental, la carga de síntomas y la sensación de bienestar.

En 1996 Naughton agregó que la calidad de vida se compone de los atributos considerados por los pacientes; incluyendo:

i) el confort resultante o la sensación de bienestar;
ii) el grado en que pueden ser capaces de mantener razonables funciones físicas, emocionales e intelectuales;
ii) el nivel en que pueden conservar la capacidad de participar en actividades valoradas dentro de la familia y la comunidad.

En consecuencia, el concepto de calidad de vida es de naturaleza multidimensional y considera la percepción de los pacientes acerca de su propia situación con respecto a los aspectos de su vida no relacionados con la salud.

Esto es altamente subjetivo, pero de gran importancia en diversos estados de enfermedad física, tal como el caso de las mujeres con disfunción del piso pélvico.

Los individuos con vejiga hiperactiva (VHA) experimentan diversos grados de deterioro de su calidad de vida.

La experiencia de urgencia urinaria tiene un efecto significativamente negativo en la calidad de vida relacionada con la salud e incrementa las molestias ocasionadas por los síntomas: un efecto que es mayor que el ocasionado por la propia incontinencia, la frecuencia o la nocturia.

La VHA tiene un impacto sostenido y multidimensional sobre la calidad de vida de los pacientes.

Desde la perspectiva de los pacientes la medición de la calidad de vida relacionada con la salud de los enfermos con VHA es una herramienta habitual para la evaluación de los resultados de las intervenciones terapéuticas sobre los síntomas del tracto urinario, vaginal e intestinal.

El desarrollo de cuestionarios que evalúen la calidad de vida no es sencillo: deben ser extensos y detallados para tener utilidad en la investigación clínica; pero, a la vez, tienen que ser suficientemente breves y fáciles de utilizar para ser útiles en la práctica clínica.

Los cuestionarios de calidad de vida deben estar validados, ser confiables y sensibles a los cambios inducidos por los diversos tratamientos.

Básicamente, hay dos tipos de cuestionarios: los genéricos y los específicos para cada condición o enfermedad.

Los cuestionarios genéricos son aplicables a un amplio rango de la población y a diversas condiciones clínicas.

No son específicos de una enfermedad particular, grupo de edad o tratamiento. Por lo tanto, adolecen de la limitación de tener una baja sensibilidad y de ser incapaces de detectar mejorías clínicamente importantes.

Los más utilizados son:

• El Cuestionario de Salud SF-36 (Short Form-36, Lyons, 1994)

• El Sickness Impact Profile (Perfil del Impacto de la Enfermedad, Hunskaar, 1991).

El Perfil de Salud (Nottingham Health Profile (Nottingham, Grimby, 1993).

Calidad de Vida de Göteborg (Göteborg Quality of Life (Sullivan, 1993).

Los cuestionarios específicos de calidad de vida son mucho más precisos y pueden abarcar diversos aspectos particulares de una misma enfermedad, tales como: prolapso, incontinencia y síntomas del tracto urinario inferior, función intestinal y función sexual.

El ICIQ (International Consultation on Incontinence Modular Questionnaire) es un cuestionario autoadministrado que identifica personas con incontinencia de orina y el impacto en su calidad de vida. La puntuación se basa en las respuestas a diferentes preguntas:

• ¿Con qué frecuencia pierde orina?
• ¿Qué cantidad de orina pierde?
• ¿En qué medida estos escapes de orina han afectado su vida diaria?
• ¿Cuándo pierde orina?

Se considera diagnóstico de incontinencia urinaria cualquier puntuación superior a cero (www.iciq.net).

La Sociedad Internacional de Continencia (ICS-2012) evaluó diversos cuestionarios y calificó algunos con una recomendación de Grado A. Dos de ellos han sido utilizados en los estudios de fase III de onabotulinumtoxinA: el KHQ y el I-QOL.

El Cuestionario de Incontinencia King’s Health (KHQ), desarrollado por Kelleher en 19971, interroga acerca del impacto de la incontinencia sobre 9 dominios, y además incluye
un dominio para evaluar síntomas.

Los 4 primeros dominios son de interés para la comparación de aspectos generales de la calidad de vida en pacientes con VHA (limitaciones físicas, psicológicas, emocionales y sociales); luego hay dos dominios específicos sobre VHA (impacto de la incontinencia y severidad de las pérdidas), dos adicionales generales (impacto sobre el sueño y la energía, y percepción sobre la salud general) y, finalmente, una escala de severidad de los síntomas.

Los resultados del KHQ se miden en un rango que va desde 0 (el mejor resultado) hasta 100 (el peor resultado), y ya ha sido validado en 44 idiomas.

El I-QoL, publicado en 19962, incluye 22 items que evalúan preocupaciones específicamente relacionadas con la incontinencia que están divididos en 3 subcategorías: limitaciones en las conductas, impacto psicosocial y vergüenza social.

Los sujetos asignan un valor de una escala del 1 (extremadamente) al 5 (nada) para cada ítem. Los valores más altos indican mejor calidad de vida relacionada con la incontinencia.

El primer estudio en utilizar una evaluación de calidad de vida en pacientes tratados con onabotulinumtoxinA por incontinencia urinaria fue el ensayo de búsqueda de dosis
de fase II conducido por Dmochowski3. En este estudio, la dosis de 100 U mostró significativos cambios en la calidad de vida medida a través del KHQ.

En los estudios de fase III se observaron importantes cambios en la calidad de vida mensurados mediante el I-QOL4, 5. En todos los dominios se evidenció una mejoría clínica mayor a 10 puntos.

Del mismo modo, la medición a través del KHQ también mostró cambios significativos en favor de la rama de onabotulinumtoxinA en todos los dominios.

En conclusión, la VHA altera la calidad de vida; aunque los consejos y tratamientos pueden mejorarla en muchos aspectos.

Según lo mostraron diversos cuestionarios específicos onabotulinumtoxinA 100 U mejoró la calidad de vida.

Los datos recientes sugieren que en dosis de 100 U onabotulinumtoxinA fue eficaz y con baja tasa de complicaciones.

Referencias

1 Kelleher CJ. Br J Obstet Gynaecol 1997;104 (12):1374-9.
2 Wagner TH. Urology 1996;47 (1):67-71.
3 Dmochowski R. J Urol 2010;184 (6):2416-22.
4 Nitti VW. J Urol 2013;189:2186-93.
5 Chapple C. Eur Urol 2013;64:249-56

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