En mayo de 2012 se realizó la XXX Reunión Anual de Dermatologos Latinoamericanos – RADLA 2012. En la cita internacional celebrada en Sao Paulo, Brasil, se expuso acerca de los tonos de la piel de las personas y su relevancia para los profesionales de la dermatología.
Es llamativo que los textos de dermatología incursionen muy poco acerca del color de la piel humana.
Por lo general los dermatólogos no se preocupan mucho por este tema. Hay que recordar que la variación del color de la piel es el polimorfismo más notable de la especie humana; sin embargo, esto no siempre se relaciona con el manto piloso y las plumas de los diferentes géneros y especies animales.
Es necesario analizar si este polimorfismo tan marcado de un fenotipo es causal o puede definirse como causal.
Se sabe que el color de la piel está influenciado por numerosos genes que contienen información que se ha ido acumulando durante miles de años. Aunque también hay influencias más recientes; por ejemplo, las migraciones.
Las migraciones han permitido que se expresen más de 120 genes que regulan la pigmentación humana. Entre lo más importantes están: el gen de la melacortina (MC1R), el gen ACTH (MSH-ACTH) y el gen de la proteína Agouti. En el juego de estos genes se ven vinculaciones que van más allá de lo que se conocía como “raza”.
Es sencillo percibir los diferentes colores de la piel, pero ¿qué significado ha tenido esto en el tiempo?
El color de la piel siempre fue vinculado al concepto raza, y, actualmente, al de los derechos humanos. A lo largo de la historia un poco más o menos de pigmentación podía significar la diferencia entre ser esclavo o libre.
Hay muchos interrogantes para analizar:
• ¿Por qué hay pieles de diferentes colores?
• ¿Por qué hay distintos tonos en cada color?
• ¿Cómo ha evolucionado el color de la piel humana?
• ¿Qué significado tiene cada color de piel?
• ¿Por qué todavía hoy hay discrepancias entre los colores de la piel respecto a las distintas latitudes geográficas?
Cuando se analizan los efectos de la radiación ultravioleta (RUV) sobre la piel se pueden reconocer muchas respuestas fisiológicas, tales como: el aumento del grosor de la epidermis; el aumento de la reparación del ADN; el incremento de la apoptosis celular y de las enzimas antioxidantes, y la aparición de eritema e hiperpigmentación.
También hay ciertas respuestas patológicas, bien conocidas por dermatólogos. Sin embargo, desde el punto de vista evolutivo estas respuestas fisiológicas desarrolladas durante varios milenios han dado lugar a adaptación ambiental.
El paleontólogo Louis Leakey decía que “el pasado es la llave de nuestro futuro”. Sin embargo, años después el biólogo molecular Vincent Sarich expresó “la llave del pasado es el presente”.
El homo erectus cumple ya 1.6 millones de años. Durante una gran cantidad de tiempo se han producido muchos cambios en la fisonomía del homo erectus, y varios de ellos explican algunas características actuales de la piel humana.
El desarrollo del hombre puede estudiarse a partir del hallazgo del Turkana Boy Skeleton.
Se trata de un bípedo de piernas largas que era capaz de caminar grandes distancias, y en el cual se apreció un considerable desarrollo cerebral. Estas dos características daban lugar a la producción de golpes de calor. Para evitarlos el homo erectus perdió pelo y desarrolló glándulas sudoríparas. La postura bípeda le permitió reducir la exposición a las radiaciones ultravioletas.
El hipopótamo es un animal que vive en el agua durante el día, sale a comer por la noche, tiene mucho panículo adiposo y no cuenta con glándulas sudoríparas. Se caracteriza por la pérdida transepidérmica de agua. El hombre es mucho más evolucionado.
¿Cuál es el rol de la melanina en la evolución humana? Es decir, en el color de la piel.
Hay muchas hipótesis: i) protección contra la RUV para prevenir el cáncer de piel; ii) la atracción sexual; iii) evitar la sobreproducción de vitamina D; iv) la protección contra el frío o el camuflaje. Sin embargo, hoy en día son consideradas clave las hipótesis dinámicas evolutivas.
Continuando con la evolución del hombre. Las glándulas sudoríparas permiten el control de la temperatura y la flora corporal; pero la piel clara facilita la evaporación y la pérdida de temperatura, aunque tiene un inconveniente: es más sensible a la RUV porque cuenta con menos pigmentos. Así surge la necesidad de la melanina, tener pigmentos que oscurezcan la piel.
Así se desarrolló esta propiedad de la piel para facilitar la adaptación a las condiciones del África ecuatorial, donde surgió el hombre moderno que —cuando migró hacia otras latitudes— se adaptó a nuevos destinos perdiendo pigmentos.
Cuando nacen los primates la piel es blanca o discretamente pigmentada, parecida al cuero cabelludo. Se oscurece con la exposición a la RUV y con el roce. El color de la piel representa una adaptación al medio ambiente a través de la selección natural.
La historia del hombre se inició en África ecuatorial hace 60 mil años, y desde allí migró a distintas regiones: primero a Asia, luego a Europa, y finalmente a las Américas, donde demoró mucho tiempo hasta llegar a Brasil, hace alrededor de 35 mil años.
Los individuos de piel blanca expuestos a la radiación solar disminuyen los niveles de folatos en sangre (Branda, et al. Science 1978). El suero humano expuesto a la RUV pierde el 50% de los folatos. Esto es muy importante desde el punto de vista evolutivo, tal como se ve durante el embarazo, cuando la deficiencia de folatos se asocia con trastornos del tubo neural. El mantenimiento de adecuados niveles de folatos es la clave de la supervivencia de la especie.
Los folatos previenen defectos del tubo neural y mejoran la espermatogénesis. Se han publicado trabajos que mencionaron la producción de defectos en recién nacidos expuestos a la RUV en camas solares durante el embarazo de sus madres (1)
¿Qué sucede con la vitamina D en la evolución?
Se sabe que no hay sobreproducción de vitamina D, incluso en individuos con pieles muy claras. Las mujeres de todas las poblaciones tienen piel más clara que la de los hombres; es decir, que hay selección por género por el mayor requerimiento de calcio durante el embarazo y la lactancia.
Esto fue descrito recientemente en Inglaterra (Reino Unido) en sujetos que provenían de África y eran sometidos a trabajos duros en Liverpool y desarrollaban raquitismo, dado que por el color de su piel y el smog recibían muy poca RUV.
Sin embargo, el Instituto de Medicina de Estados Unidos señaló que no hay evidencia suficiente para vincular la insuficiencia, o la deficiencia, de vitamina D con otras enfermedades aparte de las esqueléticas.
¿Cuál es el lugar del cáncer de piel en el contexto de la evolución humana?
¿Las personas de piel más blanca están menos protegidas que las de piel negra?
Esto no es así porque el cáncer de piel se desarrolla tardíamente en la vida, con posterioridad a los años más fértiles del hombre. Hasta los albinos OC –indios Cunha del Caribe que padecen altas tasas de cáncer de piel- se reproducen bien. Por lo tanto, hay otras causas: la cosíntesis de vitamina D y la fotodegradación de folatos.
Es necesario tener la piel lo suficientemente clara para asegurar la producción de vitamina D, pero también lo suficientemente oscura para que no se degraden los folatos.
Se debe recordar que el éxito reproductivo y la supervivencia de los reproducidos es el árbitro final de la evolución. Estas serían las causas el olor a piel, y no del cáncer de piel.
Hay muchos ejemplos, algunos muy actuales. A ambos lados del Mar Rojo, entre los 15º y los 30º de latitud Norte viven los sudaneses y los árabes con muy diferente color de piel. Pero, mientras los primeros se radicaron allí hace 6 mil años, y no utilizan mucha ropa, los árabes, provenientes de Europa, sólo arribaron hace 2 mil años, y tienen un hábito diferente, ya que se visten con mucha ropa y no se exponen al sol. Estos últimos todavía no se han fotoadaptado.
En el extremo austral de la Argentina viven los onas, y llama la atención que su piel sea muy oscura a pesar de residir en una región de alta latitud (54º/55º Sur). La razón es que se alimentan de pescados muy ricos en vitamina D, por lo que no necesitan aclarar su piel para hacer la síntesis de la vitamina.
¿Cuáles son las implicancias futuras de todo esto? ¿Cómo debemos protegernos de la radiación electromagnética?
Hay que saber que el espectro de la RUV es muy amplio, dependiendo de la longitud de onda de los rayos. (2)
La luz UV va desde UV-C (menor longitud de onda) a UV-A (mayor longitud de onda). Luego está la luz visible y, con mayor longitud de onda, están los rayos infrarrojos (IR-A, B y C).
Según el nivel de la RUV se producirá eritema y bronceado, inducción y daño de ADN, o síntesis de vitamina D. Las tres son inseparables, pero la irradiación con UV-B es clave para inducir la síntesis de vitamina D.
Los mecanismos del daño que lleva a la generación de cáncer de piel son: la inducción; la progresión; la transformación y la malignización. Se trata de un proceso que puede ser dividido en varias etapas, en algunas de cuales se pueden realizar intervenciones.
Hay algunos efectos beneficiosos del Sol: la cosíntesis de vitamina D a través del metabolismo del calcio, la regulación de la autoinmunidad, la liberación de PMOC y los efectos térmicos, por eso hace falta foto-equilibrio, para el cual hay que educar a los pacientes.
La vida es una experiencia mutante y “oxidante”. Somos sobrevivientes de nuestras propias mutaciones y oxidaciones. Las radiaciones interactúan crónicamente con la piel.
En 2011, la FDA definió cuáles deben las características de los filtros solares. Los de amplio espectro son los productos que proporcionan protección contra la radiaciones ultravioletas A y B, y posiblemente la protección de 50+ sea la más adecuada. Sólo protegen contra el cáncer de piel los productos que logren un grado de protección de 15+ si son correctamente utilizados.
Los productos que proporcionen una protección de 2 a 14 en su prospecto sólo podrán decir que previenen las quemaduras, pero no que protegen contra el cáncer de piel.
Finalmente, la FDA prohibió el uso de los términos “bloqueador solar” o “pantalla solar”. Tampoco se puede decir que son “resistentes al agua” si no logran una protección que dure, al menos, 40 minutos. Tampoco se debe utilizar la expresión “a prueba de agua”.
Con respecto a los ingredientes, la FDA aclaró que no hay evidencia que permita sostener que algunos elementos, tales como los retinales o las benzofenonas, sean tóxicos. Por último, la FDA reitera que los filtros solares solos no son suficientes para evitar el cáncer de piel, y que deben ser utilizados conjuntamente con adecuadas medidas de protección.
Referencias
1- Lapunzina, Am J Med Genet 1996
2- Krutmann, et al. J Investig Dermatol 2012; 132: 976-984
Ver artículos de Dermatología