La World Heart Federation celebró en abril del año pasado el World Congress of Cardiology 2012, en Dubai (Emiratos Árabes). En este congreso mundial se divulgaron algunos resultados del estudio POWER, acerca del uso de eprosartán en el tratamiento de la presión arterial alta y su incidencia en el riesgo cardiovascular.
El estudio POWER (Physicians Observation Work on patient Education according to their vascular Risk) tuvo como objetivo evaluar el cambio absoluto de la presión arterial sistólica (PAS) con la administración de eprosartán, y en forma secundaria la evaluación de la reducción del riesgo cardiovascular que se realiza en Europa con el sistema de puntaje de la Sociedad Europea de Cardiología, y con el puntaje de Framingham en Canadá.
Fue un estudio, observacional, internacional, realizado en 4158 centros que incorporaron 29.754 pacientes que fueron seguidos por 6 meses.
En la visita basal se administró eprosartán 600 mg/día a todos los pacientes y se evaluaron las cifras de PA y el riesgo cardiovascular. En las visitas siguientes, 1 a 3 meses, si la PA no estaba controlada se permitía adicionar otra droga al tratamiento.
El 52% de la población era de sexo masculino, con una media IMC de 28.1 ± 4.8, y una media de edad de 61 ± 12 años. El 21% de los hombres y el 33% de las mujeres tenían >70 años. El 25% de la población era tabaquista.
Al ingreso al estudio las medias de PAS y PAD eran de 160 ± 14.3 mm Hg y 93.6 ± 9.7 mm Hg, respectivamente.
El 23% padecía de diabetes, el 19% tenía hipertrofia ventricular izquierda; el 19%, aterosclerosis; el 18%, enfermedad coronaria y el 13%, angina.
La mayoría de la población tenía un riesgo cardiovascular del 5% al 9%.
A los 6 meses de seguimiento se observó una reducción significativa de la PAS desde las cifras basales.
La reducción de la PAS (26% mm Hg) fue similar en pacientes diabéticos y en no–diabéticos. A 6 meses la PAD se redujo en 12.6 ± 9.5 mm Hg.
Estos datos muestran que la administración de eprosartan con otras drogas —en monoterapia o en combinación—, fue particularmente eficiente en reducir la PAS en todos los pacientes hipertensos incluidos, independientemente de la edad, sexo y su historia cardiovascular.
En la visita correspondiente al mes del estudio se observó que el 37% de pacientes había normalizado sus cifras de PA (PAS <140 mm Hg y PAD <90 mm Hg) y que el 90% de pacientes eran respondedores (PAS <140 mm Hg y/o cambio de PAS _15 mm Hg o PAD <90 mm Hg y/o cambio _10 mm Hg).
La mayoría de los pacientes, eprosartan —en monoterapia o en combinación— mostró alcanzar una reducción máxima de la PA entre 1 y 3 meses de seguimiento. El riesgo cardiovascular se redujo 41% (RRR 41%; p <0.001).
Como resultado de su eficacia sobre la PA, especialmente sobre la PAS, eprosartan en monoterapia o combinado ha mostrado disminuir 41% el riesgo medido por el puntaje del sistema europeo.
El estudio POWER, con 6 meses de seguimiento, en una amplia población de pacientes hipertensos ha mostrado la eficacia de eprosartan en la reducción de la PA, especialmente de la PAS, que como resultado produjo una disminución significativa del riesgo cardiovascular.