Entre los días 1 y 5 de mayo se llevó a cabo en New Orleans la Digestive Disease Week 2010. En la ciudad estadounidense, el Dr. Julio Ponce García, Profesor Académico Asociado de la Universidad de Valencia, España, Jefe de Servicios Médicos e Investigador Principal del Grupo CIBER-EHD, del Hospital Universitario La Fe, expuso sobre la importancia del control efectivo del ácido en las diversas poblaciones de pacientes para el tratamiento de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una enfermedad frecuente y se presenta de manera características con pirosis y regurgitación (formas típicas). En la mayoría de los casos se presentan formas leves, sin esofagitis. Sin embargo, provoca un impacto individual y colectivo, perjudicando la calidad de vida del individuo y generando costo sociosanitarios directos e indirectos cuando la enfermedad es crónica. Todo esto hace que se busquen estrategias clínicas eficientes para el tratamiento.
En la población española la prevalencia de pirosis es de 32.5% y de regurgitación de 22.3%. La mitad de los pacientes que tienen pirosis presentan ese síntoma con frecuencia igual o superior a dos días por semanas. Entre esos pacientes, 64.6% califican el síntoma como leve, 31.1% como moderado y 4.3% como intenso. Los síntomas típicos, en la frecuencia igual o mayor a dos veces por semana, comprometen más la calidad de vida de los hombres con ERGE que de las mujeres.
Un estudio en 2531 pacientes con ERGE en España fue realizado para analizar el perfil de síntomas. La gran mayoría, casi 100% tenían pirosis, muchos (cerca de 60-65%) tenían regurgitación o regurgitación asociada a pirosis y pocos tenían síntomas de alerta.
Cerca de 60% tenían síntomas dos o más veces por semana. En la mitad de ellos (52.1%), el diagnóstico fue realizado de manera clínica y en la otra mitad se realizaron exámenes para establecer el diagnóstico (3.9%) o confirmar el diagnóstico sintomático (44%). En cuanto a la gravedad de los síntomas, la pirosis es más frecuente e intensa que la regurgitación o que cuando están asociadas la pirosis con la regurgitación. La esofagitis es poco frecuente, fue informada en 8.7% de los pacientes en un estudio realizado en 2005 y 12.6% en 2009. En la mayoría de los casos se trata de esofagitis leve.
La estrategia de tratamiento para la ERGE más frecuente en España es la prescripción de inhibidores de la bomba de protones, en 84.1%. En 57.6% son prescritos como monoterapia y en 26.5% como tratamiento combinado. La combinación más frecuente se realiza con agentes alcalinos (11%), seguidos de procinéticos (9.5%), antagonistas del receptor H2 de la histamina (3.9%) y otros (2.1%).
Las directrices recomiendan iniciar inhibidores de la bomba de protones en la dosis de referencia durante cuatro semanas en pacientes con ERGE con síntomas típicos y sin factores de alerta. Los que presentan factores de alerta son sometidos a endoscopia. Si el examen es normal o muestra esofagitis A-B se inician los inhibidores de la bomba de protones en la dosis de referencia durante cuatro semanas. En los pacientes con esofagitis C-D, los inhibidores de la bomba de protones en la dosis de referencia son utilizados durante ocho semanas.
La realización de una endoscopia en pacientes con ERGE mostró esofagitis en 58.5% de los casos, de grado A en 32%, B en 39%, C en 25% y D en 4%. La respuesta al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones es muy buena, mejorando en 90% o más los síntomas de pirosis, pirosis nocturna o regurgitación. La adherencia al tratamiento por dosis fue de 80.6% y la adherencia por tiempo fue de 68.7%. La mejora en la calidad de vida también fue muy buena.