Durante el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, dictado en septiembre de 2009 en España, Barcelona, se trataron temas sobre los avances en el campo de la fibrilación auricular, en el cual, el Doctor Harry Crijns Profesor del Departamento de Cardiología de la Universidad de Maastricht, Holanda, se refirió al impacto clínico de la fibrilación auricular en eventos vasculares.
La prevalencia de la fibrilación auricular (FA), la arritmia más común, se está incrementando; el número de individuos que sufre esta patología aumentará de los actuales 2.5 millones a 5.6 millones en las próximas décadas. La FA es un factor de riesgo independiente para accidentes cardiovasculares (ACV) y aumenta drásticamente con la edad.
El estudio Framingham Heart mostró que el riesgo de desarrollar FA, a partir de los 40 años es de 1 en 4. Tal vez el ACV sea la complicación más temida de la FA. Esta última se asocia con un incremento de más de 5 veces en el riesgo relativo del ACV isquémico. El aumento en el riesgo de ACV es similar, independientemente de que la FA sea paroxística, persistente o permanente.
De todos los ACV, el 15% ocurre en pacientes con FA. Y de todos los émbolos de origen cardíaco, la FA es la fuente en más del 45% de los casos (Dulli DA, et al.Neuroepidemiology 2003; 22: 118-123).
En el ensayo Euro Heart Survey, se incluyeron alrededor de 5000 pacientes que fueron seguidos durante un año, se observó que los pacientes con primera FA detectada presentaron una mortalidad del 4% por todas las causas, que era más alta que la de los pacientes con FA paroxística, que son sujetos que ya padecen fibrilación auricular.
Los pacientes que presentan FA por primera vez en el primer año muestran un incremento en el riesgo de muerte. Por su parte, en los pacientes con FA permanente es mayor el riesgo de muerte. El mensaje de este estudio fue que alrededor del 70% de la mortalidad fue por causa cardiovascular, por lo tanto, los pacientes con FA deben ser estudiados para detectar enfermedad cardiovascular subyacente (Nieuwlaat R, et al. Euro Heart J 2008).
Por su parte, en el estudio RACE se observó que los pacientes con FA presentaron 7% de mortalidad cardiovascular, 4% por falla cardíaca, 8% por tromboembolismo, 3% por sangrado mayor y 5% por efectos adversos de drogas recibidas (Van Gelder IC, et al; RACE Study. N Engl J Med 2002).
En el estudio Olmsted County las enfermedades asociadas en este tipo de pacientes fueron: hipertensión (80%), enfermedad cardiovascular (38%), falla cardíaca (23%), enfermedad valvular (22%) y diabetes (19%).
La hipertensión y la falla cardíaca congestiva producen remodelación auricular. Por lo tanto, a los 10 años, cuando se manifieste la FA, los cambios en la aurícula ya serán significativos. Y luego, la FA per se provocará eventos vasculares más allá de los generados por las enfermedades citadas (Cosio F, et al. Presentado en Europace 2007).
Además, la FA provoca un incremento en el volumen de la aurícula que se asociará con un riesgo incrementado del ACV, tanto en hombres como en mujeres (Sanfilippo A, et al. Circulation 1990; 87: 792-7).
Por su parte, el volumen de la aurícula izquierda predice eventos cardiovasculares. Conway et al, durante tres décadas siguieron a sujetos en los cuales el tamaño de la aurícula no se modificó, y también a pacientes en los que el tamaño se incrementó en el tiempo. Comprobaron que en este último grupo ocurrieron eventos vasculares, tales como infarto cerebrovascular, infarto de miocardio y falla cardíaca (Conway, et al. Circulation 2002; Conway, et al.Circulation 2003).
El desarrollo de la FA también aumenta la mortalidad en hombres con falla cardíaca en 1.6 veces. En mujeres que desarrollan FA, mientras son tratadas por falla cardíaca se eleva la proporción de mortalidad en más de 2.7 veces, comparado con mujeres con falla cardíaca y ritmo sinusal.
Lo mismo sucede en pacientes con previo infarto de miocardio. Es sabido que la severidad del ACV puede ser afectada por la presencia o ausencia de FA. Padecer fibrilación auricular causa ACV de mayor severidad, confiere un riesgo incrementado de morbilidad, mortalidad, y un muy pobre pronóstico funcional.
Adicionalmente, la FA contribuye al empeoramiento del pronóstico en pacientes que padecen otras comorbilidades. Los hipertensos con FA experimentan un incremento en la proporción de eventos cardiovasculares de 1.88 veces la proporción de pacientes con hipertensión y sin fibrilación auricular.
En conclusión:
– La fibrilación auricular se asocia con incremento en la mortalidad y eventos vasculares.
– La enfermedad vascular precede a la FA mucho antes de que ésta se manifieste.
– Una vez que la FA se desarrolla, la aurícula es significativamente remodelada.
–La FA promueve enfermedad vascular, incluyendo agrandamiento auricular, ACV, falla cardíaca y muerte vascular.
– El manejo adecuado de esta patología debe ocuparse, tanto de la arritmia como de las causas vasculares de la FA.