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ESC 2010: Riesgo cardiovascular en pacientes con hipertensión
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ESC 2010: Riesgo cardiovascular en pacientes con hipertensión

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14 Marzo

La Sociedad Europea de Cardiología celebró su XX Congreso Anual en Estocolmo, Suecia, entre el 28 de agosto y el 1 de septiembre del año pasado. En la reunión más importante de la especialidad del Viejo Continente, el Dr. Luis M. Ruilope, Profesor Asociado de Medicina Interna en la Universidad Complutense y Jefe de la Unidad de Hipertensión Arterial del Hospital 12 de Octubre de Madrid, expuso sobre los factores de riesgo cardiovascular en los pacientes con presión arterial alta.

En la hipertensión arterial (HTA) el riesgo de morbimortalidad global es muy elevado. Se atribuye a la HTA el 13% de las muertes totales ocurridas en el mundo. Millones de personas sufren sus consecuencias y padecen incapacidades severas el resto de sus vidas (Lawes, et al. Lancet 2008; 371: 1513).

La HTA es el factor de riesgo cardiovascular más importante. Existe una relación lineal directa entre la extensión de la elevación de la presión arterial (PA) y la ocurrencia de eventos cardiovasculares.

La elevación de la PA está fuertemente asociada al incremento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), de insuficiencia cardíaca, de insuficiencia renal terminal y de enfermedad coronaria (Haider, et al. Ann Intern Med 2003; 138: 10-16; Klag, et al. N Engl J Med 1996; 334: 13-18; Stamler, et al. Arch Int Med 1993; 153: 598-615).

En el estudio MRFIT se observó un incremento de la mortalidad por causa coronaria relacionado directamente con el aumento de la PA. (Stamler, et al. Arch Intern Med. 1993;153:598-615)

Estos datos remarcan la importancia de la elevación de la PA diastólica (PAD) —y no sólo de la PA sistólica (PAS)— en el incremento del riesgo de muerte cardiovascular.

En el mismo estudio también se observó una relación directa entre la elevación de la PA y el incremento de la mortalidad por ACV.

En muchos estudios observacionales se comprobó la asociación entre la elevación de la PAD y el incremento del riesgo de eventos cardiovasculares. (MacMahon et al. Lancet 1990; 335: 765-774)

La prevalencia de la HTA es el principal factor que contribuye al desarrollo de la enfermedad cardiovascular en Europa.

Los datos del proyecto WHO MONICA muestran que la prevalencia de la HTA varía significativamente a través de los países europeos (Allender, et al. European Herat Network 2008).

En ese informe se reportaron más de 4.3 millones de muertes anuales causadas por la enfermedad cardiovascular, lo que la constituye en la primera causa de muerte en Europa.

El 48% de las muertes totales se debe a la enfermedad coronaria y al ACV. También es la primera causa de riesgo de enfermedad crónica, con el consiguiente incremento de los costos médicos. Anualmente, casi el 50% de las muertes totales en Europa es provocado por la enfermedad cardiovascular.

El manejo efectivo de los pacientes con HTA es esencial para la prevención de la enfermedad cardiovascular y otras patologías relacionadas, tal como la enfermedad renal, con la consiguiente reducción de su morbimortalidad (Haider, et al. Ann Intern Med 2003; 138: 10-16).

La HTA y la diabetes son los mayores contribuyentes para el desarrollo de la enfermedad renal terminal (Mancia G, et al. J Hypertens 2007; 25: 1105-1187).

La progresión de la enfermedad cardiovascular y de la renal es una cadena de eventos que representa un continuum cardiorrenal que puede ser iniciado por una variedad de factores de riesgo presentes, tales como: HTA, dislipidemia, diabetes, obesidad, síndrome metabólico (Dzau V, et al. Circulation 2006; 111: 2850-2870). Estos son los factores de riesgo que deben ser rápidamente controlados para proteger los sistemas cardiovascular y renal.

Estos factores de riesgo gatillan numerosas vías fisiopatológicas y procesos —tales como el estrés oxidativo, la disfunción endotelial y la inflamación— para iniciar y promover la progresión de la enfermedad cardiorrenal.

Estos procesos fisiopatológicos eventualmente producen daño orgánico manifestado por la presencia de microalbuminuria, hipertrofia ventricular izquierda y rigidez arterial.

Los indicadores tempranos de daño orgánico han demostrado poder para predecir la mortalidad cardiovascular y, por lo tanto, deben ser detectados y tratados en forma temprana.

En el proceso fisiopatológico del continuum cardiorrenal desde el principio está involucrado el sistema renina– angiotensina–aldosterona (SRAA). La activación del SRAA promueve el desarrollo de aterosclerosis a través del incremento del estrés oxidativo, la disfunción endotelial y la inflamación.

Las drogas antihipertensivas que actúan sobre el SRAA potencialmente pueden revertir o retrasar la progresión del daño cardiorrenal. Los bloqueadores de los receptores de la angiotensina (BRAT) inhiben la activación de estos receptores, y, por lo tanto, las acciones nocivas del SRAA.

El continuum fisiopatológico cardiorrenal se inicia a través de la acción de los factores de riesgo con alteraciones a nivel endotelial, tales como el incremento del estrés oxidativo y mecánico, y la inflamación. Esto se manifiesta por disfunción endotelial y activación de células musculares lisas con reducción de la producción de ON, aumento de mediadores locales inflamatorios, incremento tisular de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) y angiotensina II.

Esto conlleva elevación de endotelina, catecolaminas, PAI-I, agregación plaquetaria, factor tisular, VCAM (molécula de adhesión a la célula vascular), citokinas, proteólisis, inflamación, factor de crecimiento, entre otros.

La acción de estos mediadores se expresa a través del desarrollo de vasoconstricción, trombosis, inflamación, ruptura de placa, lesión vascular y remodelación, con sus consecuentes secuelas clínicas. (Dzau V, et al. Circulation 2006; 114: 2850-2870)

Debido a la presencia aumentada de angiotensina II, los BRAT —a través del bloqueo de los receptores AT–1 y estimulación de los receptores AT–2— producen vasodilatación, efectos antihipertróficos, antiproliferativos, antioxidantes y antifibróticos.

La HTA es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la enfermedad cardiovascular a nivel global. El manejo adecuado de la HTA es crítico para la prevención de los eventos cardiovasculares.

La HTA es un importante factor de riesgo que está involucrado en la iniciación del proceso fisiopatológico del continuum cardiorrenal.

Los agentes antihipertensivos, como los BRAT, pueden ofrecer protección cardiorrenal mediante el bloqueo del SRAA, lo que retarda o revierte la progresión del continuum cardiorrenal.

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