El miercoles 29 de junio se dió el vamos a la filial chilena de WASH (World Action On Salt). Esta organización internacional con representantes en Europa, Norteamérica y Australia, entre otras regiones y países, procura promover políticas públicas destinadas a reducir el consumo excesivo de sal, que en la población presenta niveles cercanos a 10 grs diarios (en Chile, la última Encuesta Nacional de Salud reveló una ingesta de 9.8 grs, el doble de las recomendaciones de la OMS).
La Fundación de Hipertensión Arterial de Chile invitó a representantes de diversas sociedades científicas médicas a formar parte de esta iniciativa, procurando respaldar al Ministerio de Salud en esta compleja pero eficaz tarea, iniciada por dicho ministerio desde el año 2007.
Los efectos dañinos de la ingesta de sal no sólo se relacionan con el mayor riesgo de hipertensión arterial, primera causa de muerte a nivel mundial y responsable del 50% de la mortalidad cardiovascular, sino que además tiene participación directa en una mayor probabilidad de desarrollar cáncer gástrico, de formación de calculos renales y de pérdida significativa del calcio en los huesos.
“La sal es absolutamente clave para que una población tenga más o menos hipertensión, y en Chile, un 30% de las personas son hipertensas. Además, se sabe que la obesidad y la sal guardan relación, por ende, la obesidad es responsable del 50% de las hipertensiones en el mundo y la sal por lo menos de un 30%, y ambas suman un 80%”, afirma el Dr. Luis Hernán Zárate, representante de WASH en nuestro país y presidente de la Fundación Chilena de Hipertensión Arterial.
Datos poblacionales, de intervención y a nivel molecular permiten demostrar el gran beneficio preventivo y terapéutico de una progresiva disminución de la sal en nuestros alimentos.
El WASH chileno espera liderar programas de educación a nivel nacional, tendientes a motivar a la población a tomar conciencia del efecto tóxico que ejerce el exceso de sal.
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