Más del 80 por ciento de los pacientes no presentaron signos en la IRM ni en la TC; los signos rara vez se relacionan con metástasis.
En los pacientes con un diagnóstico primario de carcinoma hepatocelular (CHC), la imagenología de la pelvis rara vez proporciona información patológica adicional, de acuerdo a un estudio publicado en línea el 14 de junio en el Journal of Gastroenterology and Hepatology
Janio Szklaruk, M.D., Ph.D., del Centro para el Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas (University of Texas MD Anderson Cancer Center) en Houston, y sus colaboradores revisaron los registros médicos de 478 pacientes con 881 exámenes de abdomen y pelvis que fueron tratados entre marzo del 2015 y marzo del 2016. Se revisó a los pacientes por la presencia de patología en la pelvis, la cual se clasificó en nueva o vieja. En total, 230 pacientes fueron sometidos a imagenología por resonancia magnética (IRM) de la pelvis y 248 a tomografía computarizada (TC).
Los investigadores encontraron que el 80.5 por ciento de los pacientes no presentaban signos en la TC o la IRM de la pelvis, incluyendo el 81.5 por ciento de aquellos examinados mediante TC y 79.6 por ciento de los evaluados por IRM. Se observaron signos en la pelvis de 93 pacientes, los cuales con frecuencia fueron metástasis en hueso, ascitis, implantes y engrosamiento de la pared de la vejiga (31, 27, siete y cinco pacientes, respectivamente). Los hallazgos se correlacionaron con metástasis en 7.9 por ciento de los pacientes. Se observó un signo nuevo en la pelvis en el 5.4 por ciento de todos los estudios de imagenología.
“Los resultados sugieren que la valoración de seguimiento de los pacientes con CHC podría no incluir un examen de pelvis”, dicen los autores.
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Actualizado: miércoles 14 de marzo de 2018 (HealthDay News).
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