Radioterapia intraoperatoria: nuevos horizontes en el tratamiento del cáncer
Dr. Leonardo Badinez
Jefe de Servicio de Radioterapia
Clínica Oncológica FALP
Es indudable que el siglo XXI ha significado un salto tecnológico para la humanidad en materia de salud oncológica. En el caso de la radioterapia, específicamente en la última década, el avance tecnológico y clínico ha sido vertiginoso, con el desarrollo de equipos altamente sofisticados y precisos, cuyos beneficios redundan en el bienestar del paciente.
Estudios estadounidenses expresan que las indicaciones de radioterapia van a aumentar entre un 20 y 30%, fundamentalmente, porque este tipo de tratamiento ha crecido con fuerza, logrando, con técnicas muy concentradas y específicas, elevar las posibilidades de curación de los pacientes y su calidad de vida, con opciones más cortas y menos invasivas.
En la Clínica Oncológica de la Fundación Arturo López Pérez (FALP) estamos desarrollando con fuerza la radioterapia intraoperatoria de vanguardia, es decir, en el mismo momento de la cirugía y sin traslado de paciente fuera del pabellón.
En cáncer de mama, los beneficios para las pacientes son innumerables. Se estima que en el 40% de los casos para los que está indicado el tratamiento, permite realizar un procedimiento único, o sea, sin necesidad de radioterapia posterior. Incluso se habla “tratamiento para el cáncer en un día”.
En tanto, en el 60% restante, disminuye la duración de la aplicación de radioterapia a la mitad.
Si bien en FALP se comenzará con cáncer de mama (en pacientes mayores de 50 años y con tumores de menos de 1,5 cm.), más adelante se incorporarán otras patologías como recto, cérvicouterino, gástrico, vesícula y páncreas, en diversos protocolos de investigación.
Se estima que de 700 pacientes tratados el año pasado con radioterapia externa, 200 podrían haberse beneficiado con intraoperatoria.
Ya existe suficiente evidencia científica que demuestra que la aplicación de radioterapia intraoperatoria es tan fiel como el tratamiento con radiación externa habitual y evita al paciente dos o tres meses de sesiones y controles, con todos los costos psicológicos, económicos, familiares y emocionales que puedan enunciarse.
Además, la radioterapia intraoperatoria es menos invasiva, en cuanto no irradia piel, costillas u órganos como el corazón y el pulmón, que sí reciben cierta dosis de radiación, aunque de forma tangencial, cuando la dosis se aplica de forma externa.
Los resultados del tratamiento intraoperatorio, son similares tanto en el control del tumor como en posibilidades de recidiva.
Esta nueva plataforma tecnológica no sólo es un avance para la FALP
y sus pacientes, sino para todo el país, a través de la formación de especialistas como médicos, tecnólogos y físicos. Por ejemplo, estamos colaborando con la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChen) en el desarrollo de nuevas normas de protección radiológica y control de calidad de los tratamientos.
En suma, es una técnica que incorporaremos como centro pionero en el país, que permitirá a los pacientes reducir el tiempo del tratamiento, mejorar la calidad de vida en el proceso de recuperación y también ahorrar, esto en el caso de quienes vienen de otros países o regiones y deben incurrir en gastos de estadía cuando se tratan un cáncer.
