En la Conferencia Internacional de la Asociación de Alzheimer (AAIC) que se realizó en julio de 2015 en Washington, Estados Unidos, el Dr. Howard J. Federoff de la Universidad de California, presentó una novedosa batería de 24 metabolitos plasmáticos que predicen la transición del estado preclínico al clínico en la enfermedad de Alzheimer.
El deterioro de la función cognitiva sigue una función continua con la propia edad o envejecimiento, y mucho más acrecentada en caso de demencia. Se caracteriza por dos fases, una fase preclínica o asintomática y otra sintomática que se inicia con los primeros síntomas de deterioro cognitivo leve.
Se podría pensar que durante la fase asintomática existiesen sustratos neuronales intrínsecamente receptivos.
En base a esta hipótesis se realizó un estudio longitudinal para buscar biomarcadores preclínicos que pudiesen predecir de una forma precisa el progreso de la enfermedad en personas mayores.
Con la finalidad de mejorar la precisión del test se añadieron otros metabolitos que sumaban un total de 24, constituido predominantemente por metabolitos de la fosfatidilcolina, además de la mayor parte de los 10 metabolitos lipídicos anteriormente comentados, así como un aminoácido y una amina biogénica. Se calculó el índice de riesgo de los 24 metabolitos en plasma (IRMP), observándose que no había ningún solapamiento entre los pacientes normales y los que progresaron.
Para entender el mecanismo en la expresión de estos metabolitos en pacientes susceptibles se debe asumir que existe una disfunción en la ruta metabólica de Kennedy, que es la encargada de sintetizar fosfatidilcolina a partir de colina.
Estas pruebas diagnósticas predictoras de enfermedad de Alzheimer permiten
nuevos diseños de ensayos clínicos y las observaciones específicas sugieren una nueva patobiología en la fase preclínica de la enfermedad.
Son técnicas de diagnóstico relativamente poco invasivas, de bajo costo y de gran precisión que repercuten positivamente tanto en los pacientes como en sus familias y posibilitarían la realización de futuros ensayos preventivos.
Esta intervención proporciona el conocimiento de nutrientes que participan en la síntesis de fosfolípidos y que podrían ser útiles en sujetos asintomáticos con un perfil de biomarcadores que pronostiquen el desarrollo de la enfermedad.