El manejo inapropiado del dolor puede condicionar la aparición de diversas complicaciones.
El tratamiento analgésico en el contexto de la atención obstétrica es una práctica común, sin embargo, no deja de ser motivo de discusión como resultado del escaso conocimiento que se tiene acerca de los efectos adversos sobre el recién nacido, principalmente en aquellos que reciben lactancia materna. Por lo tanto, su uso se ha visto limitado a pesar de las recomendaciones actuales que consideran que toda mujer con dolor postparto debe iniciar el tratamiento en el momento que lo solicite. Durante el trabajo de parto (TDP), el dolor se conduce principalmente a través de fibras nerviosas lumbares y sacras, además se involucran nociceptores somáticos y viscerales, secundario al proceso isquémico del miometrio y la liberación de sustancias proinflamatorias; de igual manera, se produce una activación de los mecanorreceptores a través de la dilatación del cérvix y la contracción uterina. Además, el dolor postparto involucra diversos factores a nivel cognitivo y emocional, por lo que la percepción resulta aún más compleja al incluir componentes sensoriales y afectivos.
A dosis analgésicas la posibilidad de alteraciones neonatales es mínima, no obstante, el manejo inapropiado del dolor puede retrasar la deambulación favoreciendo la presencia de neumonía, atelectasia, tromboembolismos, entre otras complicaciones; además, la liberación de catecolaminas retrasa la lactancia al inhibir la liberación de oxitocina, por lo que el tratamiento precoz resulta fundamental. Para el abordaje farmacológico se ha propuesto el uso de la escala analgésica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), empero, su aplicación en este grupo poblacional cuenta con escasa evidencia. Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) han demostrado eficacia en el periodo postparto, sin embargo, es importante conocer aquellos que tienen un mejor perfil de seguridad (Tabla 1), asimismo, la administración de opioides, principalmente la codeína y el fentalino, han demostrado ser de utilidad, no obstante su administración se debe realizar con precaución. En los últimos años la medicina alternativa ha cobrado gran importancia, por lo que actualmente esta estrategia se considera como parte del abordaje multidisciplinario.
Referencia
- Covarrubias-Gómez A, Landín-Alanís AA. Dolor postoperatorio en gineco-obstetricia. Rev Mex Anestesiol 2014;37(1):S51-S55.