Un artículo aparecido en el último número de la revista de la asociación médica americana (JAMA) publica los datos de un estudio que contradicen las teorías que afirman que la terapia de privación de andrógenos incrementa la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en pacientes de cáncer de próstata.
La terapia hormonal o de privación de andrógenos ha sido empleada en el tratamiento del cáncer de próstata desde hace décadas. Dicha terapia consiste en disminuir los niveles de hormonas masculinas o andrógenos en el cuerpo del paciente. Los andrógenos (la testosterona básicamente) estimulan el crecimiento de las células cancerosas en la próstata: la reducción de los niveles de andrógenos hace que los cánceres disminuyan de tamaño o al menos ralentizan su crecimiento. No obstante, recientemente ha surgido una polémica en torno a dicho tratamiento, pues diversos estudios lo relacionan con un aumento en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.
Los resultados de este nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores del Instituto oncológico Dana-Farber y de la Facultad de medicina de la universidad de Harvard, revelan que no existe una relación significativa entre un aumento del riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, y que además estaba asociado con un riesgo menor de Prostate Cancer Specific Mortality (PCSM, Mortalidad Específica por Cáncer de Próstata). Así, entre la población del estudio que recibió terapia de privación de andrógenos hubo un 11% de muertes por causas cardiovasculares, cifra no superior a la media de muertes por enfermedades cardiovasculares del conjunto de la población.
Fuente: Medicina21
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